sábado, 31 de diciembre de 2011

domingo, 27 de noviembre de 2011

La crisis

Una señora mayor, con el pelo cano y un aire de dignidad y cierta tristeza empapándole los huesos se acerca a la oficina del banco. Tiene la cara surcada de arrugas, un vestido viejo y una chaqueta un poco remendada, pero limpia. Ya no se pone pendientes ni collares, ni se pinta desde que murió su marido, pero se peina cada mañana como si saliera de la peluquería, y todavía lleva un pequeño reloj de pulsera que le regaló su hija, para que se acordara de a que hora tenía que tomarse las pastillas.

Sus manos sujetan el bolso pegadas al pecho mientras camina con pasos pequeños hacia el cajero automático. Sus dedos abren con cuidado el cierre y saca una tarjeta de crédito con movimientos lentos y un poco torpes, nunca se acostumbrará a manejar ese trozo de plástico en vez de su pequeño monedero con las vueltas de la compra y los billetes de mil pesetas cuidadosamente doblados.

La mete en la ranura y comienza a pulsar las teclas con el dedo índice, muy estirado. Casi ni se fija en la pantalla, porque al final se aprendió de memoria las teclas que tenía que pulsar para sacar dinero.

Después de unos infructuosos minutos, levanta la mirada, confusa, hacia uno de los mostradores, y aparece una señorita que trabaja en la sucursal, todo sonrisa, camisa escotada, falda y maquillaje.

Mira a la anciana con condescendencia y se pone teclear en el cajero, con la seguridad despreocupada que da la costumbre. Veinte segundos después, saca la tarjeta y la coloca en las manos temblorosas de la señora:

- No puede sacar dinero porque no tiene nada - Le dice con voz pedagógica - ¿No se ha dado cuenta?

La mujer la mira con cara de no entender nada.

- No tiene nada, así que no puede sacar dinero, ¿me ha entendido? - La señorita sigue sonriendo como si estuviera reprendiendo amablemente a un niño travieso, y la coge suavemente del brazo para apartarla del cajero. - Es mejor que se vaya, porque aquí no puede hacer nada.

Parece que la palabra "nada" se queda flotando en el aire...

La señora parpadea como si despertara de un sueño, vuelve a meter la inútil tarjeta en su bolso, agacha la cabeza y camina con paso cansado hacia una de las butacas de plástico que hay entre dos cartones anunciando productos hipotecarios. 

Se sienta, mirando al suelo y se queda allí unos minutos, con la angustia reflejada en su rostro y el bolso apretado contra el pecho.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Imagina

Imagina un mundo donde al levantarte por la mañana pienses en que puedes realizar tus sueños.

Imagina un mundo donde aprender no represente un coste, ni siquiera una inversión, sencillamente sea una necesidad vital.

Imagina un mundo donde un debate no es algo que se gana o se pierde, si no que es una oportunidad para confrontar ideas, razonar y sacar una conclusión.

Imagina un mundo donde a nadie le importa quién es tu pareja, excepto a tus seres queridos.

Imagina un mundo donde los gritos, las amenazas, las frases rimbombantes pero vacías no son un argumento válido en ninguna discusión.

Imagina un mundo donde el trabajo de un maestro está mejor valorado, literalmente, que el de un famoso. Es más, imagina un mundo donde no existe el concepto de famoso.

Imagina un mundo donde las creencias en seres mitológicos o sobrenaturales, y sus normas morales asociadas, no se impongan a seres indefensos o sencillamente a quienes no quieran aceptarlas como propias.

Imagina un mundo donde no se premia el egoísmo.

Imagina un mundo donde las personas piensan en vez de dejar que piensen por ellos. Incluso imagina un mundo donde enseñemos a los niños a pensar desde pequeños, a ser críticos y a ser curiosos.

Y ahora mira por la ventana, pon la tele, lee la prensa o mira en Internet.

No tiene pinta de que se parezca mucho, ¿no?

Pues piensa en ello y, aunque no represente más que una minúscula gota en un día de lluvia, tenlo en cuenta cuando te levantes mañana de la cama, cuando vayas al trabajo, o a la cola del paro, cuando escribas en Facebook y Twitter, o incluso cuando vayas a votar en la próximas elecciones.


jueves, 27 de octubre de 2011

Hace un tiempo...


Me sobra el corazón

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.

Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.

Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.

Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?

Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.

Me sobra corazón.

Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.

Miguel Hernandez

sábado, 22 de octubre de 2011

Tras las oscuras paredes

La mentira es una pared invisible que se interpone entre las personas. Cada mentira que contamos se convierte en un ladrillo que levanta poco a poco un muro que nos aísla de los demás, y cada media verdad es una especie de cemento que da consistencia al conjunto.

Lo peor de todo es que cuando el muro tiene una cierta altura, comenzamos a sentirnos seguros, protegidos, e incluso superiores a los demás, que son incapaces de acceder al interior de nuestro castillo, y empezamos a dedicar más esfuerzo a construir y reforzar ese muro, pues lo consideramos beneficioso, hasta el punto de convertirse en un acto natural que nos pasa desapercibido.

El problema es que pasado ese momento, no estamos construyendo un castillo, si no una cárcel.

viernes, 21 de octubre de 2011

Antes de la tormenta


Abriéronse en canal los cielos,
parieron a raudales truenos,
enarbolando rayos de furia,
arrastraron la cordura al cieno,
chapotean los puños en el barro,
se llenaron de horror los peldaños,
por donde bajan a los infiernos,
impávidos y acongojados los pecados,
ante tanta furia desatada..
Y ni allí encontró sitio la locura,
que perdida y sin rumbo fijo,
obligada a quedarse en esta tierra
vaga por los desiertos
donde el sol la quema el alma,
donde en las noches solo el frío
consigue adormecer su delirio..
Y arrastrada y prisionera de sí misma
espera algún día alcanzar la sima
por donde caer al olvido...
para nacer de nuevo a la vida...

Elizabetta Puig

sábado, 15 de octubre de 2011

Tecnología y derechos

Leo en los diarios de Arcadi Espada una columna sobre la relación entre las nuevas tecnologías y los derechos de autor, en la que se parte de la siguiente cita "En unos tiempos en los que la tecnología comienza a desdibujar los límites de los derechos de autor…".

El columnista de El Mundo no esta de acuerdo con la frase y su artículo es un extenso razonamiento sobre cómo las nuevas tecnologías permiten, precisamente, aumentar la capacidad de los autores y distinguir originales y copias, terminando como resumen con la siguiente frase:

"Nunca fue el autor más nítido que en nuestro tiempo y nunca como hasta hora tuvimos una herramienta semejante para encontrarlo. O sea: la tecnología precisa los límites del derecho de autor."

Creo que aquí encontramos un pequeño error de concepto: Puedo estar más o menos de acuerdo con que la tecnología actual permite dibujar con más nitidez la figura del autor y fomentar su creatividad, pero creo que también pone en duda cuales son sus derechos y cómo hacerlos valer.

No voy a repetir el argumentario completo sobre derechos de autor y control de la distribución de copias, porque no soy un experto, pero plantearé un pequeño resumen:

Un autor, como cualquier otro trabajador, merece ser recompensado por su trabajo, que en su caso es de creación de una obra, entendiendo por derecho de autor el derecho a recibir esa compensación.

Dado que, salvo en circunstancias muy específicas, no suele ser posible que los usuarios de una obra puedan disfrutar del propio acto de creación, y por tanto se pueda obtener de ellos una compensación para el autor en ese preciso momento, habitualmente se establece un control sobre la distribución de copias, convirtiendo el derecho a cobrar por un acto de creación en el derecho a cobrar por la distribución de ese único acto de creación tantas veces como sea distribuido, es decir, el derecho a cobrar por cada una de las copias de ese acto de creación.

Teniendo en cuenta que hasta hace no mucho la facultad de realizar copias con la calidad suficiente como para ser equiparadas con el original era propiedad del propio autor o de su estructura de negocio, hablando en términos muy amplios, no parecía muy descabellado equiparar el derecho a cobrar por un acto de creación con el derecho a cobrar por cada una de las copias que se realicen de él (y que solo el autor o sus distribuidores podían hacer con calidad suficiente).

Sin embargo, hoy en día, las nuevas tecnologías permiten eliminar el monopolio de la realización y distribución de copias, puesto que cualquiera puede hacer una copia del original con la misma calidad. De esta manera, no parece muy apropiado intentar obtener de los usuario una retribución por la obtención de una copia que ellos mismos pueden realizar en su casa, mientras que sigue siendo completamente apropiado obtener del usuario una retribución por el disfrute del acto de creación del autor.

Y, por tanto, ya no parece que sea equiparable el derecho del autor a cobrar por su creación, con el derecho a cobrar por cada una de las copias que se realicen de ese acto.

No se me ocurre ninguna propuesta innovadora para establecer esta retribución al autor independientemente del sistema de control de copias, y no es el fin de esta entrada, pero volviendo al inicio, tengo que concluir que la tecnología actual permite definir con más nitidez la figura del autor, pero también pone en duda la definición que hasta ahora teníamos de sus derechos.


domingo, 2 de octubre de 2011

Relato de terror

Estoy recogiendo la ropa seca de la última lavadora mientras de fondo resuena el ruido de la tele (están poniendo Arma Letal 2, y el melancólico sonido de acorde de guitarra entre tiro y explosión llena la penumbra del estudio).

En un alarde de energía me pongo a doblar camisetas y emparejar calcetines, en vez del procedimiento habitual de separar los montones por tipo de prenda cuando, de repente me doy cuenta de que hay algo que falla...

Voy corriendo al cesto de la ropa sucia y revuelvo el contenido, aguantando la respiración. Con el alma encogida me dirijo a la bolsa de entrenar y manoteo frenéticamente entre las prendas y, por fin, con un suspiro de desesperanza la dejo caer y me dirijo lentamente hacia el sofá...

Mis calcetines están perfectamente emparejados, absolutamente, incluso por colores. Tanto los limpios que acabo de empaquetar en mi inconsciencia como los del cesto de la ropa sucia, las medias de competir, los de la bolsa de entrenar. Hasta los putos calcetines bajeros del Decathlon, que parece que se reproducen ellos solos, y un par de calcetines grises con un par de tomates mirándome desafiantes desde el fondo del cesto, todos con su correspondiente pareja.

Miro por la ventana hacia el atardecer y casi lo puedo sentir....El fin del mundo está cerca...



viernes, 30 de septiembre de 2011

Conferencia política

Por algún motivo insondable, estoy viéndome la conferencia política del PSOE (supongo que es como cuando te tocas una herida para ver si duele), y todavía no he escuchado a ninguno de los ponentes (hasta ahora han hablado Felipe González y Zapatero) que diga algo con contenido y no meras frases vacías y frotamientos de espalda varios...

Lo peor de todo es que de fondo hay una pantalla que pone "Ideas de verdad".

¬¬

Bonus: Lo realmente peor de todo es que mañana el PP se va a ver en la obligación de contestar, intentando disminuir, si cabe, el ratio de información por palabra pronunciada...

jueves, 29 de septiembre de 2011

No busques, no


Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz.
Eras la sombra torpe
que cuaja entre los dedos cuando en tierra dormimos solitarios.

De nada serviría besar tu oscura encrucijada de sangre alterna,
donde de pronto el pulso navegaba
y de pronto faltaba como un mar que desprecia a la arena.
La sequedad viviente de unos ojos marchitos,
de los que yo veía a través de las lágrimas,
era una caricia para herir las pupilas,
sin que siquiera el párpado se cerrase en defensa.

Cuán amorosa forma
la del suelo las noches del verano
cuando echado en la tierra se acaricia este mundo que rueda,
la sequedad oscura,
la sordera profunda,
la cerrazón a todo,
que transcurre como lo más ajeno a un sollozo.

Tú, pobre hombre que duermes
sin notar esa luna trunca
que gemebunda apenas si te roza;
tú, que viajas postrero
con la corteza seca que rueda entre tus brazos,
no beses el silencio sin falla por donde nunca
a la sangre se espía,
por donde será inútil la busca del calor
que por los labios se bebe
y hace fulgir el cuerpo como con una luz azul si la noche es de plomo.

No, no busques esa gota pequeñita,
ese mundo reducido o sangre mínima,
esa lágrima que ha latido
y en la que apoyar la mejilla descansa.

Vicente Aleixandre

sábado, 17 de septiembre de 2011

La voz a ti debida


Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.

Pedro Salinas

viernes, 9 de septiembre de 2011

Equilibrio

"Solo serás capaz de venirte muy arriba si eres capaz de caer muy abajo"


Proverbio surfero

martes, 6 de septiembre de 2011

sábado, 27 de agosto de 2011

El alma tenías...


El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
-soñaba altos muros
guardándote el alma-,
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma,
pero no tenía,
de franca que era,
entrada tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma.

Pedro Salinas

martes, 16 de agosto de 2011

Viajeros o náufragos

La vida está llena de pequeños momentos en los que tu camino cambia de rumbo y no te das cuenta: Un metro que no cogiste, un día que llegaste tarde, un sms que enviaste, o que no llegaste a enviar, una solicitud de facebook que aceptaste, o aquel viaje al que te apuntaste en el último momento...

Son momentos inevitables y con el tiempo de das cuenta de que es imposible luchar contra ellos porque la vida va pasando a tu alrededor mientras la intentas planificar, y el universo es demasiado caprichoso y descomunal para poder controlarlo.

¿Qué nos queda entonces?¿Dejarnos llevar por la corriente hacia donde quiera llevarnos el azar?

No, lo que nos queda es aferrarnos a los que nos hace únicos, lo que nos hace ser nosotros mismos, a lo que sentimos, a lo que queremos y en lo que creemos.

La vida nos lleva donde quiere, pero es decisión nuestra si nos dejamos arrastrar por la corriente o nos intentamos mantener a flote, aprendiendo en cada puerto que visitemos.

sábado, 23 de julio de 2011

Quiero

Dime pronto el secreto de tu existencia;
quiero saber por qué la piedra no es pluma,
ni el corazón un árbol delicado,
ni por qué esa niña que muere entre dos venas ríos
no se va hacia la mar como todos los buques.

Quiero saber si el corazón es una lluvia o margen,
lo que se queda a un lado cuando dos se sonríen,
o es sólo la frontera entre dos manos nuevas
que estrechan una piel caliente que no separa.

Flor, risco o duda, o sed o sol o látigo:
el mundo todo es uno, la ribera y el párpado,
ese amarillo pájaro que duerme entre dos labios
cuando el alba penetra con esfuerzo en el día.

Quiero saber si un puente es hierro o es anhelo,
esa dificultad de unir dos carnes íntimas,
esa separación de los pechos tocados
por una flecha nueva surtida entre lo verde.

Musgo o luna es lo mismo, lo que a nadie sorprende,
esa caricia lenta que de noche a los cuerpos
recorre como pluma o labios que ahora llueven.
Quiero saber si el río se aleja de sí mismo
estrechando unas formas en silencio,
catarata de cuerpos que se aman como espuma,
hasta dar en la mar como el placer cedido.

Los gritos son estacas de silbo, son lo hincado,
desesperación viva de ver los brazos cortos
alzados hacia el cielo en súplicas de lunas,
cabezas doloridas que arriba duermen, bogan,
sin respirar aún como láminas turbias.

Quiero saber si la noche ve abajo
cuerpos blancos de tela echados sobre tierra,
rocas falsas, cartones, hilos, piel, agua quieta,
pájaros como láminas aplicadas al suelo,
o rumores de hierro, bosque virgen al hombre.

Quiero saber altura, mar vago o infinito;
si el mar es esa oculta duda que me embriaga
cuando el viento traspone crespones transparentes,
sombra, pesos, marfiles, tormentas alargadas,.
lo morado cautivo que más allá invisible
se debate, o jauría de dulces asechanzas.

Vicente Aleixandre

domingo, 3 de julio de 2011

Recuerdos

- ¿Sabes que las montañas del horizonte son de color azul?

La miré de reojo, con media sonrisa, y le apreté la mano mientras sujetaba el volante con la mano izquierda.

- No te rías... Todo el mundo pinta las montañas del horizonte de color marrón, pero realmente son de color azul oscuro, míralas bien.

Su gesto de niña enfadada y sus ojos azules muy abiertos terminaron por hacerme sonreir del todo, aunque no pude evitar dirigir la vista al horizonte y mirar las montañas que se recortaban en el horizonte, efectivamente de color gris azulado.

- Claro, eso explica por qué cuando pinto un paisaje parece que lo ha hecho un niño de tres años, seguro que a partir de ahora podré colgar mis cuadros en El Prado.

- Eres bobo...Y cuando pintas un cuadro parece que lo ha hecho un niño de tres años porque todavía pintas los soles con caras sonrientes. - contestó mientras me daba un beso en la mejilla.

Yo acaricié su espesa cabellera rizada, mientras no quitaba ojo de la carretera.

Mi Ibiza negro continuó devorando kilómetros y se perdió en el horizonte, con un macizo montañoso de color innegablemente azul al fondo.

La memoria es un ser cruel, que disfruta torturándonos de manera caprichosa. Intento expulsar ese recuerdo de mi mente, mientras dejo la foto del Pabellón de Miës sobre la mesa. Aquel viaje secreto acabó en Barcelona y aquella foto muestra una inocente postal del Pabellón pero, aún hoy, ampliándola, todavía se puede ver en una esquina el reflejo de mi figura, prohibida,  en un cristal de la fachada, como un fantasma incorpóreo.

Siento que la casa es como la foto, vacía, aséptica, pero en cada detalle aparece un objeto que refleja su presencia ahora ausente.

- Quiero que acabe ya esto - Me dijo, con los ojos inundados de lágrimas, mientras yo la abrazaba con el alma encogida.

- No te preocupes, que todo saldrá bien... Ya verás como dentro de unos meses volvemos a aquel rincón secreto en la playa, y llenamos otro frasquito de agua de mar.

La besé con cariño, sus lágrimas sabían saladas como el mar que tanto ansiaba volver a ver, y la volví a abrazar con fuerza. Su cuerpo menudo cada día era más ligero y su cara empezaba a mostrar signos de agotamiento.

- No quiero que vuelvas a dejarme sola - Sus palabras se deshicieron en sollozos y sus manos se convirtieron en puños, que golpearon mi pecho sin fuerza.

Le acaricié la mejilla y ella encogió el cuello, como una gata. - No volveré a dejarte sola ni una sola noche - Ahora fue ella la que cogió mi mano y la besó, sorbiendo con fuerza por la nariz. Volvió a sonreir durante un segundo y su sonrisa se transformó en una mueca traviesa, mientras sus manos me atrajeron hacia ella tirando de mi camiseta...

Dejo aquel frasco en la estantería, tapado con un corcho. Si lo abro todavía conserva el olor a arena, sol y agua de mar... Miro alrededor, a las sombras que envuelven todo.

No fui capaz de cumplir mi promesa y eso me consume por dentro. Quizá por eso recorro todos los rincones, buscando algo, no sé qué. Quizá busco un mensaje, algo que me diga que lo entendió, que me perdonó, qué demonios, que al menos pensó en mi, aunque fuera para odiarme.

Encuentro un viejo cuaderno abierto encima de la mesa. Me acerco y veo que hay garabateado un pentagrama con una partitura. Hacía años que no componía, pero recuerdo que cuando fueron a buscarla, la encontraron desmayada sobre el taburete con las manos sobre las teclas.

Sin saber por qué, ajusto la altura del taburete y me siento delante del piano, colocando el cuaderno abierto por la página de la partitura. Mis dedos están agarrotados por la falta de práctica, y las primeras notas resuenan vacilantes, pero conforme la música va llegando a todos los rincones de la casa, empieza fluir con vida propia.

Es una melodía que conozco, y ahora los recuerdos se desbordan sin control: El día que nos conocimos, aquella noche que fuimos cerrando los bares entre besos hasta que vimos amanecer, la primera vez que hicimos el amor, la manera que tenía de fruncir el ceño cuando se enfadaba...

Espera, aquí hay algo que falla... La melodía suena extraña... Quizá, después de todo, si me dejó un mensaje...


viernes, 1 de julio de 2011

Pensamiento Lateral

Una mujer entra en una cafetería y pide al camarero una taza de café con sacarina. Al momento, la mujer se sobresaltó al encontrar una mosca en su café.

Inmediatamente pidió que le trajesen una nueva taza y, tras tomar un sorbo, dijo:

"Esta es la misma taza de café que tenía antes... ¡¡únicamente quitaron la mosca!!"

¿Cómo lo supo?

jueves, 30 de junio de 2011

Ganadores del debate

Leo en El País:


No sabía yo que un debate sobre un tema objetivo se pudiera decidir por lo que opina la mayoría del público, y no por la veracidad de los argumentos...

Da la impresión de que el Debate del Estado de la Nación es algo parecido a los programas de la tele, donde salen unos cuantos a discutir y gritarse, sin utilizar argumentos lógicos de ningún tipo, y donde el público vota por sms quién ha ganado el debate, por supuesto sin que su voto tenga nada que ver con lo que han dicho o hecho los ponentes, puesto que nadie lo escucha y menos aún, lo entiende...

En el fondo, el pueblo tiene a los gobernantes que se merece.

martes, 28 de junio de 2011

Érase una vez...


Una joven princesa, prisionera en lo alto de un torreón. Tenía una larga cabellera negra y lisa, brillante, que se derramaba sobre sus hombros como obsidiana líquida, la piel suave y blanca, y unos traviesos ojos de gata.

La mantenía prisionera un horrible ser, grande y gordo, con unas gafas redondas sobre una nariz que llenaba su cara enmarcada por una barba descuidada y llena de canas, y una rala cabellera rubio pajizo cada vez más escasa. Vivía en la base del torreón en unas estancias enormes, dominadas por una gran cocina y un horno inmenso, que se mantenía encendido día y noche, preparando bandejas y bandejas de galletas, hasta el punto de que su olor impregnaba sus ropas permanentemente y le precedía como un ente independiente.

El horrible ser mantenía a la princesa encadenada a la mesa, y la obligaba a leer interminables rollos de pergamino llenos de runas mágicas garabateadas, que llegaban en camello desde las tierras del lejano sur. Debía leer los pergaminos, y seguir las runas con las yemas de los dedos, dejando que la tinta mágica saliera del tejido y se enroscara en ellos. Después tejía dibujos con esa tinta, fabricando hermosas cenefas que el horrible ser utilizaba para decorar las habitaciones del resto del torreón.

Por la tardes, cuando la princesa ya tenía los dedos doloridos y la cabeza llena de símbolos extraños, el horrible ser recogía las cenefas con un gruñido, le soltaba la cadena y la dejaba volver a sus aposentos, donde se dejaba caer, exhausta, en su jergón. A veces, los domingos, la dejaba bajar por la trampilla a la planta de abajo, para que limpiara la cocina y los baños, y esos días no tenía que procesar los horribles pergaminos.

Un día, al terminar su agotadora jornada de trabajo, decidió explorar el resto de habitaciones de la parte alta de la torre, en vez de irse a dormir directamente. La mayor parte de las puertas se encontraban cerradas, y no pudo abrirlas por más que tiró del pestillo, pero al final de un pasillo, en un recoveco, encontró una pequeña puerta que se abrió con un chasquido seco.

Al otro lado encontró una estancia con los muebles cubiertos de polvo y una gran estantería llena de libros. Al fondo, justo bajo una pequeña ventana con barrotes por la que se colaba la luz del ocaso, había una piano, cubierto de telarañas.

Desde ese día, pasaba las tardes y las noches leyendo bajo la luz de las velas, y tocando el piano mientras miraba la puesta de sol, y así el dolor de sus dedos desaparecía, y las runas que nublaban su alma se desvanecían liberando su mente para pensar en un modo de escapar. Después, cerraba con mucho cuidado la puertecita y volvía a su jergón, para que el horrible ser la encontrara allí por las mañanas y no descubriera su pequeño secreto.

Poco a poco, fue forjando un plan para escapar de su cautiverio: Se dejaría el pelo largo y se haría una trenza, y así, cuando fuera suficientemente larga, fabricaría una cuerda y escaparía desde la ventana de su pequeño refugio. Aunque la princesa estaba delgada, no cabía entre los barrotes, pero estaba segura de que si dejaba de comer las grasientas galletas de su captor, en poco tiempo podría salir por la ventana.

Lo que la princesa no sabía es que cada noche la música de su piano viajaba a traves de los barrotes de su ventana, llenando el aire de la noche, y llegaba a oídos de un caballero errante que vivía viajando de pueblo en pueblo y de taberna en taberna, ayudando a los campesinos a resolver sus problemas y los posaderos a vaciar sus barriles.

Cuando la oyó la primera noche, pensó que debía proceder de alguien muy triste y decidió buscar su origen, pero cuando llegó el amanecer la música cesó y no pudo continuar, viéndose obligado a parar en una taberna donde servían un sublime vino del Rejo. La noche siguiente, la música volvió a aparecer y pudo volver a ponerse en marcha, y desde ese día, comenzó a viajar solo de noche, al ritmo de la música, atravesando las comarcas del reino.

Mientras tanto, los cabellos de la joven princesa crecían y crecían, y su cuerpo menguaba y menguaba... El horrible ser comenzó a sospechar, y decidió hornear también un delicioso bizcocho de chocolate y ofrecerle todos los días una porción a la princesa, que ella escondía en su refugio, guardándolo para el día de su huída, aunque se chupaba las miguitas de los dedos con fruición cada vez que guardaba un trozo en una bolsa de piel de cola de mapache.

Por fin, llegó el día en que la trenza de la princesa fue suficientemente larga para llegar del torreón al suelo, y su cuerpo lo suficientemente delgado para caber entre los barrotes, así que esperó a que el horrible ser recogiera las cenefas de ese día y cerrara la trampilla que separaba la parte alta del torreón del resto para dirigirse hacia la pequeña puerta y el ventanuco.

Una vez allí, recogió su bolsa de cola de mapache llena de bizcocho y galletas, cortó su trenza y la ató a los barrotes, retorciéndose para pasar entre ellos, y comenzó el descenso agarrándose con ambas manos a su improvisada soga.

Sin embargo, en la parte baja del torreón el horrible ser encontró un error en las cenefas de ese día, puesto que la princesa, con la mente distraida por la emoción de la fuga, había cogido las runas del pergamino del día anterior y las había duplicado. Cuando subió a buscarla y vio que no estaba en su jergón, se dirigió a toda prisa, entre gruñidos de rabia, a la puertecilla que se encontraba abierta al fondo del pasillo, y desde allí vio la trenza atada a los barrotes.

Con una rapidez impropia de su enorme cuerpo, bajó las escaleras de caracol del torreón, armado con una amarillenta fusta metálica, y esperó a la princesa al pie de la torre, donde su trenza rozaba el suelo.

Cuando la princesa miró hacia abajo y vio a su captor esperándola, soltó un grito de pánico e intentó volver a subir, pero tantos meses sin comer para caber entre los barrotes la habían dejado sin fuerzas y se quedó, agarrotada de miedo, a mitad de escalada.

El horrible ser rugió y gruñó, y comenzó a mover la trenza, golpeando los muros de la torre con la fusta, y la amenazó con hacerle limpiar sus negros pies si no bajaba inmediatamente, pero la princesa aguantó entre gritos sin soltarse de la cuerda.

En ese momento, atraído por los gritos de la princesa, apareció el caballero que, viendo la escena, desenvainó su espada y se lanzó contra el horrible ser. Se batieron en duelo, espada contra fusta, y aunque el horrible ser era muy lento, golpeaba al caballero con demasiada fuerza y este se veia obligado a coger la espada con las dos manos para que no se le escapara con cada golpe, esquivándolos muchas veces por lo pelos.

La princesa aprovechó la distracción para bajar hasta el suelo y fabricar una honda con varias hebras de la trenza y un trozo de bolsa de mapache. Después comenzó a lanzar galletas con su honda, de las duras que guardaba en el fondo, al horrible ser, mientras estaba distraido atacando al caballero.

Debido a su nula puntería, una de ellas alcanzó al caballero en el yelmo, derribándolo con un quejido y un sonido metálico, pero cuando el horrible ser se agachó para darle el golpe final, se llevó un galletazo en la nuca y cayó redondo al suelo, muerto o inconsciente.

El caballero, confuso y agradecido, se dejó ayudar por la princesa para incorporarse, y los dos huyeron en su caballo, alejándose del lugar a toda prisa.

Y colorin colorado...

miércoles, 15 de junio de 2011

Dominio del recuerdo

Un recuerdo -pasado deleitoso-
me ataca y se apodera
tanto de mí que interna primavera
me somete a su acoso.

Aquel amor aun vibra
bajo el impulso de una imagen, mero
fantasma. Pido, quiero.
un imán se me impone fibra a fibra.

El espíritu invade mi existencia
con poder soberano.
Espíritu ya es cuerpo. ¿Quién presencia
tal fusión, tal arcano?

Amor, que fue tan fuerte
durante aquel minuto fenecido,
saliendo de su nido
mental en sensación se me convierte.

Mi memoria ya es carne, ya un placer
-soñado- resucita,
ya la verdad de mi vivir da cita.
¿Alma, cuerpo ? Mi ser.

Jorge Guillén

jueves, 9 de junio de 2011

Tormenta

- ¿Has navegado alguna vez bajo la lluvia?

Una frase, una mirada desafiante y una sonrisa traviesa. Nunca hicieron falta más elementos para hacer una estupidez.

El subidón de adrenalina fue brutal, nada más cazar la vela notamos el tirón del viento. La tabla volaba sobre las olas, dejando una estela de espuma cada vez que golpeaba contra el agua al saltar una de ellas. El rugido del viento me impedía oir cualquier cosa, y llegó un momento en el que no sabía si las gotas de agua que me empapaban la cara venían de abajo o de arriba.

De repente, el viento nos dio un respiro y el mar se quedó liso como un plato. El único sonido que escuchaba era el de las gotas repiqueteando suavemente contra mi neopreno. Dos gaviotas nos adelantaron a toda velocidad, volando bajo, muy juntas, alejándose del puerto.

Las seguí con la mirada descubriendo una imagen única:

El cielo estaba cubierto de nubarrones grises, a baja altura, pero el sol de la tarde luchaba por salir, y las hacía brillar con tonos fantasmagóricos. El mar era una mezcla de colores... Un abismo de azules oscuros se abría ante nosotros, salpicado con tonos marrones y varias franjas de turquesa un poco más lejos. En algunos lugares los rayos de sol habían encontrado un hueco y la superficie de agua brillaba bajo un incipiente arcoiris.

Y al fondo, siguiendo el rumbo de las gaviotas con la mirada se recortaba la silueta parda de la Isla de Lobos, con la mole de La Caldera llenando el cielo a su izquierda.

Apretamos los dientes y volvimos a tirar de la botavara, surcando de nuevo las olas, intentando sin éxito coger a las gaviotas durante unos minutos.

La lluvia empezó a caer más pesada y comenzamos a ser conscientes de nuestro error. La olas se estaban haciendo más altas y rompían encima de nuestras tablas, que bailaban bajo nuestros pies como débiles cascarones. El viento cambiaba de dirección constantemente y no nos dejaba seguir un rumbo firme. Las gotas de agua, cada vez más gruesas, golpeaban contra la vela y las manos empezaban a resbalarnos, ateridas de frío.

Tras varias caídas intentando remontar una ola, nos dimos cuenta de que no podíamos volver... Agotados, sentados sobre las tablas, volvimos la mirada hacia la playa, inalcanzable, y mis ojos creyeron intuir la figura de Jaime mirando desde el cobertizo con su ridículo gorrito. Casi podía ver su gesto de disgusto y su carraspeo, a punto de sermonearnos otra vez, mientras bajaba el carrito con la zodiac hacia la arena.

Casi simultáneamente, nos colocamos de pie, nos miramos, levantamos mástiles y pusimos rumbo a la Isla de Lobos, mucho más cercana.

Preferíamos esperar al raso a que escampara, que aguantar otra chapa...

Las dos velas se perdieron en el horizonte balanceándose bajo la lluvia, mientras Jaime, a cubierto bajo el tejado del cobertizo, se ajustaba la gorrita y se le escapaba una media sonrisa torcida.

miércoles, 8 de junio de 2011

Personajes (II)


Me acerqué lentamente al pequeño bar de la piscina. Parecía estar vacío, pero el contraluz producido por el sol de mediodía, que caía a plomo, y el pequeño tejadillo que cubría el chiringuito me impedía distinguir nada más allá de la barra.

Apoyé las manos con cuidado y asomé dentro la cabeza, cauteloso, esperando que la figura de Víctor surgiera de las sombras. Una voz femenina me respondió desde el fondo:

- ¿Quieres algo?

La voz era melodiosa, con un acento que no supe identificar, y su propietaria una chica rubia de unos veinte años, que salió dando dos saltitos hasta colocarse frente a mí.

- Pues venía a desayunar...

- Coge lo que quieras. - dijo con una sonrisa, mientras señalaba la mesita de madera donde se encontraba lo que podría ser el resultado de encargarle a mi abuela la preparación del buffet del desayuno. - ¿Te preparo un café con leche?

- Claro. - Contesté. Puesto que ya había visto muchas veces la mesa de desayuno de mi abuela, me quedé observando a la chica mientras preparaba el café.

No muy alta, no más de metro sesenta, la camiseta de tirantes dejaba ver un tatuaje de una mariposa negra que le cubría el hombro izquierdo y parte del homóplato destacando sobre la piel morena. Tenía ese tono de piel de quien ha pasado muchas horas al sol pero no está equipado para estar realmente moreno, por lo que permanece en un constante marrón rojizo.

Llevaba unos pantalones vaqueros que le colgaban de las caderas, cortados a la altura de las rodillas. Le quedaban grandes, dejando ver parte del bikini multicolor que llevaba debajo, pero pese a todo se intuían unas piernas fibrosas, como el resto del cuerpo. Iba descalza y una pulsera se le adivinaba entre la oscuridad, en el tobillo, por encima de unos pies pequeños que no dejaban de moverse nerviosos.

Apartó la mirada de la cafetera durante medio segundo y dirigió unos enormes y líquidos ojos grises hacia mí.

- ¿Has venido a hacer kite?

- No, yo hago windsurf... Tengo curso dentro de un rato. - Arrugó la pequeña nariz pecosa, como si el hecho de no hacer kite me colocara en una especie no domesticada.

- ¿Quieres que te prepare algo para llevarte? - Las manos se movían velozmente cogiendo una jarra de metal para calentar la leche y colocándose un mechón por detrás de la oreja. El pelo le llegaba a la altura de los hombros, y lo tenía algo húmedo, como si acabara de volver de la playa, con algunos mechones oscuros y otros dorados.

- Bueno... - Miré la carta de reojo y pedí lo primero que vi por debajo de los últimos 3 euros que podía rascar al fondo del bolsillo - Un sandwich mixto.

Me respondió con una pequeña carcajada y su sonrisa se hizo más amplia.

- Tú eres de Madrid, ¿no? - Otra vez volvió a usar ese tono melodioso.

- Si...¿por? - Me pregunté a mi mismo si mi acento sería tan evidente o es que la gente de por allí solo desayunaba agua de mar con tostadas. 

- Es que aquí nadie los llama sandwich mixtos, en mi tierra, por ejemplo los llamamos bikinis... - Se fue al fondo del puestecillo, y su silueta se perdió entre las sombras.

- Mmmmh... ¿Y tú de dónde eres? - Le pregunté a la oscuridad.

- ¿Yo? Soy de Barcelona. - Su figura volvió a aparecer, volviendo con la taza de café humeante.

- Ah, por eso tienes un acento tan raro... - Me salió sin pensar.

Ella, entre divertida y curiosa, se agachó para coger algo de un armarito y me miró desde abajo con media sonrisa pícara:

- Bueno, mezclo un poco...El acento canario me sale a "veses"... solo a "veses"...

martes, 7 de junio de 2011

Personajes (I)

- Así no, Javi, así no... Si das tantos pasos después de ceñir, cuando tengas una tabla más pequeña te va a cubrir el agua y se te va a venir abajo el tinglado...

Tales advertencias provenían de un hombre mayor, no anciano, pero más allá de la palabra maduro, que gritaba de pie sobre una zodiac demasiado pequeña para su altura. Tenía la piel oscura y curtida hasta alcanzar la textura del cuero viejo, y una mata de cabellos rizados y canosos le sobresalían por debajo de un ridículo y descolorido gorrito gris de pescador, meciéndose con el viento.

Le faltaban varios dientes, la rala barba cana peleaba por despegarse de su aceitosa piel, y cubría sus ojos con unas gafas de sol ajustadas y de cristales polarizados, que cambiaban de color con cada movimiento de su cabeza, anacrónicas con respecto al resto de su indumentaria.

Y pese a todo, erguido como estaba con su gastado neopreno gris que no llegaba a cubrirle las rodillas, indiferente al vaivén de las olas que nos descolocaban a todos, era la figura más digna que podía verse en toda la playa y el puerto adyacente, más aún que los capitanes de barco que atracaban constantemente en la zona.

- Has aprendido hace poco a navegar, ¿no? - Me decía, con un acento isleño y un tono de voz que podría ser de abuelo irritado.

Yo, me tragaba el orgullo y mis años de experiencia, por lo visto mal aprovechados, y contestaba con cierta sorna:

- He tenido malos maestros, y he sido peor alumno...

Viéndole dar clase al resto del grupo, se diría que sus alumnos aprendíamos a pesar suya, pero un observador mas fino se daría cuenta de que, torpes o hábiles, mayores o jóvenes todos hacían progresos, así que debía de tener algo. Quizá fuera su mala leche, que aplanaba las olas y frenaba los vientos, o que su meticulosa manera de recordarte tus errores una y otra vez terminaba por introducirte los movimientos directamente en el cerebelo, por fuerza bruta, sin pasar por el cerebro.

Nunca le vi mojarse un pelo, ni siquiera se ponía los escarpines para pisar las rocas debajo del agua, porque no le hacían falta.

Cogía las tablas, el carrito y las velas y las llevaba hasta la orilla o nos decía que las cargáramos nosotros. Una vez allí, nos dirigía para que las amarrásemos en las boyas y engancháramos las velas, mientras él bajaba un pequeño remolque con la zodiac hasta el mar. Con movimientos rápidos y seguros, deslizaba la motora en el agua y se montaba. Arrancaba el motor y desde ahí, a veces de pie, a veces sentado, iba de alumno en alumno dando indicaciones, soltando improperios y corrigiendo errores.

Tampoco le vi nunca subirse encima de una tabla, ni levantar una vela... Por un momento me recordó a mi vieja profesora de educación física, Aurora se llamaba, a la que nunca vi realizar ni un solo ejercicio, aunque su pequeño y esbelto cuerpo no dejaba lugar a dudas de que hubiera podido hacerlos todos mejor que el más en forma de sus alumnos. Quizá tanto uno como otro estaban en ese momento de la vida en el que preferían usar la fuerza de las palabras a la fuerza de los hechos, o quizá no querían arriesgarse a perder su dignidad ante la posiblidad de un error tonto.

También era sorprendente verle repartir sus collejas verbales en varios idiomas. Compartí clase tanto con gente de habla inglesa como de habla alemana, y a juzgar por las caras que ponían, que no tenían nada que envidiar a mis avergonzadas muecas, sus acerados comentarios debían estar dándoles donde más les dolía.

Y sin embargo un día, al volver al cobertizo en el que guardábamos las tablas, con los brazos ardiendo de cansancio y del calor del sol, y el gesto derrotado después de la clase, me dio una palmada en el hombro, me dedicó una sonrisa desdentada y me soltó:

- Muy bien, Javi, has progresado mucho.

Pensé:

- Debe de creer que he contratado el cursillo de tres días en lugar del de cinco...

lunes, 6 de junio de 2011

Monarquía o República

Hoy he visto una noticia en la que un grupo de personas recibió al Príncipe de Asturias con gritos de "viva la República" y abucheos, cuando se dirigía a la entrega de los premios Principe de Viana en Pamplona. Una joven pretendía hacerle entrega de una carta en la que supuestamente quería pedir un referéndum sobre monarquía o república pero los servicios de seguridad se lo impidieron.

Sorprendentemente, a la salida del acto el Principe se acercó a la joven y habló con ella sobre sus peticiones. En una conversación grabada por las cámaras que duró un escaso par de minutos, el Príncipe defendió la postura de que en un estado democrático como el nuestro, todo es posible, y la joven contestó que, tal como está redactada la Constitución es prácticamente imposible convocar un referéndum como este.

La verdad es que me ha sorprendido que el Príncipe entrara al trapo a discutir con la joven, y me ha sorprendido aún más el tono. En principio la conversación parecía amigable y todo lo educada que podía ser, pero me ha dado la impresión de que al Príncipe se le ha acabado la paciencia y al final ha cortado el diálogo con un "bueno, ya has conseguido tu minuto de gloria..."

Si me ha sorprendido que el Príncipe debatiera con la joven es porque, generalmente, lo miembros de la Casa Real no entran al fondo de la cuestión en casi ninguna de sus declaraciones públicas excepto cuando se refieren a obviedades o a temas comunes con un consenso generalizado rayano en la unanimidad. Supongo que esto es así porque deben permanecer en la más absoluta neutralidad, dada su requerimiento de ser representantes de todos los españoles.

Es decir, para no disgustar a nadie, no expresan ninguna opinión medianamente profunda sobre ningún tema excepto que se sepa que hay una opinión unánime sobre ese mismo tema (en cuyo caso no se puede disgustar a nadie, puesto que no hay oposición).

En este caso, supongo que era claro que el Príncipe se declararía monárquico y no es un hecho que fuera a sorprender a nadie, pero se me ha hecho raro verle expresar una opinión en contra de uno de sus súbditos. Sospecho que el grupo de los republicanos es el único con el que no puede quedar bien, diga lo que diga, puesto que se oponen a la monarquía por el mismo hecho de su existencia, así que no perdía nada expresándose con claridad.

Por otra parte, me he preguntado muchas veces por qué hay esa aversión hacia la república, forma de gobierno que a priori parece más democrática que la monarquía, sistema de gobierno basado en el derecho hereditario. Por supuesto, en España la Monarquía está desarrollada mediante un sistema parlamentario, en el que el poder real recae sobre los diferentes gobiernos estatales, autonómicos y locales, que son elegidos mediante un sistema de elecciones (sobre la calidad democrática de este sistema ya he escrito algún otro post y no me voy a extender aqui).

Con todo, eso no quita que la Jefatura del Estado, término muy pomposo pero cuyas funciones casi nadie suele tener claro, sea designada directamente por motivos hereditarios y que sería normal que cualquiera que entienda que el sistema democrático es bueno para elegir gobernantes, tuviera la misma idea sobre la designación del Jefe del Estado.

Supongo que el motivo principal ya no sólo para evitar elegir una forma de gobierno republicana, si no para evitar pedir un referéndum o incluso debatir sobre ello, es el recuerdo de la historia de España. Cuando la gente habla de La República Española (no de una república española), todo el mundo se acuerda o cree referirse a la II República (o incluso a la I), que acabó con un golpe de estado, una guerra civil, y una dictadura de 40 años.

Sin embargo, tengo la intuición de que en aquellos momentos, ser republicano era algo muchísimo más radical de lo que es ahora. Ser republicano era oponerse a todo un sistema de gobierno, unas creencias y un estilo de vida, y cuando se expulsó a la Familia Real y se instauró la República, se radicalizaron las posturas de los que estaban a favor y de los que estaban en contra, que se sintieron amenazados, desembocando en un enfrentamiento permanente a todos los niveles.

Hoy en día, cambiar de una monarquía parlamentaria como la actual, a una república en la que la elección del Jefe del Estado también fuera democrática, no cambiaría el reparto real del poder, ni el estilo de vida, ni creo que desatara una persecución religiosa de ningún tipo.

Lo más que provocaría es extender el fango de la política actual a la Jefatura del Estado. Es decir, cambiaríamos un Rey designado por derecho de nacimiento a un Presidente designado por el aparato del partido y ratificado por el resto de españoles lo que, con todo, seguiría siendo una mejora puesto que cualquiera podría optar al puesto.

Así que me pregunto cuándo estará la sociedad española preparada, no ya para elegir una forma de gobierno republicana, si no para tener un debate racional sobre el tema, en el que no se mencione los dos intentos fallidos previos de una república (que por otra parte, podrían ser contestados con la mención de múltiples monarcas previos, también fallidos). Supongo que será el mismo día en el que se pueda hablar de política, religión o educación sin que la gente tenga reparos en decir lo que piensa.

En el fondo, el pueblo se merece a sus gobernantes...

PD: Y otro día hablaremos de por qué esta noticia se ha publicado hoy, cuando los hechos se produjeron el viernes 31 de Mayo...

lunes, 30 de mayo de 2011

Donde habite el olvido...

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda

domingo, 15 de mayo de 2011

Un hombre, un voto...

Dentro de poco hay elecciones municipales y autonómicas y, como siempre, reflexiono sobre el significado que tiene el voto.

Desde los partidos políticos, especialmente desde los partidos con aspiraciones a gobernar, normalmente se intenta motivar a los votantes con expresiones como voto útil, o voto del miedo, es decir, vota a un partido que pueda gobernar, o vótame si no quieres que salga algo peor...

Esto transmite una idea utilitarista del voto que obliga al elector, en el momento del voto, a pensar en el resultado final de las elecciones en vez de en sus preferencias personales.

¿Es esto correcto?¿Es este el significado real del voto?

Si nos remitimos a la teoría, unas elecciones no consisten más que en una pregunta que se le hace a la ciudadanía en edad de votar que consiste en "¿quién quieres que gobierne durante los próximos cuatro años?".

Sin embargo si nos fijamos en la Ley Electoral y en cómo está montado el chiringuito en España, una respuesta sencilla a esta pregunta puede tener resultados distintos a los deseos de los votantes: Pequeños detalles como la división en circunscripciones, el reparto de escaños entre las provincias o el porcentaje mínimo para obtener representación generalmente producen que el reparto de escaños, concejales y demás cargos no sea proporcional al número de votos adquiridos, hasta el punto de que es posible que partidos con más votos que otros no tengan representación o que las mayorías ideológicas no tengan su representación en mayorías parlamentarias.

Si a esto le añadimos que en las elecciones generales, la designación del poder ejecutivo viene dada únicamente por una mayoría parlamentaria del poder legislativo, que ya hemos dicho que puede no corresponderse con una mayoría ideológica en la población, se puede entender la reticencia de los votantes a votar pensando en sus preferencias en favor del voto utilitarista.

Sin embargo, creo que eso al final solo beneficia a los dos partidos mayoritarios de España, que tal y como ellos mismos proclaman con cierta arrogancia, "son los únicos que tienen posibilidades reales de gobernar", puesto que si los votantes solo votan a quienes creen que van a gobernar, eliminan la posibilidad de que partidos minoritarios obtengan representación, y se conviertan tarde o temprano en alternativas reales de gobierno.

Por tanto, si vas a votar, al PP, al PSOE, en blanco, o a quien sea, hazlo porque estás convencido, porque es la única manera de cambiar todo esto...

sábado, 14 de mayo de 2011

Dame tu libertad...

Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos.
¡Qué hermosa tú libre y en pie!
Si tú me das tu libertad me das tus años
blancos, limpios y agudos como dientes,
me das el tiempo en que tú la gozabas.
Quiero sentirla como siente el agua
del puerto, pensativa,
en las quillas inmóviles
el alta mar. La turbulencia sacra.
Sentirla,
vuelo parado,
igual que en sosegado soto
siente la rama
donde el ave se posa,
el ardor de volar, la lucha terca
contra las dimensiones en azul.
Descánsala hoy en mí: la gozaré
con un temblor de hoja en que se paran
gotas del cielo al suelo.
La quiero
para soltarla, solamente.
No tengo cárcel para ti en mi ser.
Tu libertad te guarda para mí.
La soltaré otra vez, y por el cielo,
por el mar, por el tiempo,
veré cómo se marcha hacia su sino.
Si su sino soy yo, te está esperando.

Pedro Salinas

jueves, 5 de mayo de 2011

Razón de lágrimas

La noche por ser triste carece de fronteras.
Su sombra en rebelión como la espuma,
rompe los muros débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.

Acaso los amantes acuchillan estrellas,
acaso la aventura apague una tristeza.
Mas tú, noche, impulsada por deseos
hasta la palidez del agua,
aguardas siempre en pie quién sabe a cuáles ruiseñores.

Más allá se estremecen los abismos
poblados de serpientes entre pluma,
cabecera de enfermos
no mirando otra cosa que la noche
mientras cierran el aire entre los labios.

La noche, la noche deslumbrante,
que junto a las esquinas retuerce sus caderas,
aguardando, quién sabe,
como yo, como todos.

Luis Cernuda

martes, 3 de mayo de 2011

Dos mentes maravillosas

No sé cómo de auténtica es esta foto de Einstein y Gödel que he encontrado de manera accidental en la web de Pseudopodo, tomada aparentemente durante los años que compartieron en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, pero tiene algo que me ha impedido resistirme a publicarla.


En ella se ve a un Albert Einstein que debía rondar los 60 años y a un Kurt Gödel que estaba en la treintena en uno de los muchos paseos que compartieron durante su estancia en Princeton y que, según fuentes apócrifas, constituían la única motivación del primero para dirigirse al Instituto en los últimos años de su vida.

Esta foto me parece especial por varios motivos. Por un lado, muestra un lado humano, casi entrañable, de dos de los grandes genios del siglo XX, que revolucionaron la Física y la Lógica hasta el punto de demoler sus bases centenarias. Casi puedo intuir la voz del viejo maestro con aspecto de científico loco, hablando desde la experiencia con el joven repeinado y formal (en todas las acepciones de la palabra) sobre música, sobre el café del comedor del Instituto, o sobre la estructura del Universo.

También me resulta curiosa, porque es una foto que prueba que muchas veces el ansia de conocimiento está por encima de las ideologías: Albert Einstein era un alemán nacido en el seno de una familia judía, que emigró a Estados Unidos cuando los nazis se hicieron con el poder, mientras que Gödel procedía de una familia germanófila de Austria (aunque también emigró a Estados Unidos para huir del servicio militar cuando Alemania se anexionó Austria en el llamado Anschluss de 1938)

Por otra parte, y por motivos que probablemente tienen que ver con lo inescrutable y absurdo de mis circunvoluciones cerebrales, esta foto me recuerda a la época en la que leí los artículos originales sobre la Teoría de la Relatividad Especial y sobre los Teoremas de Incompletitud de Gödel (creo que los leí con una separación de pocos meses), en la que estaba en la Universidad, devorando todo aquello que caía en mis manos, y despierta algo de nostalgia por aquellos momentos, no tanto por lo vivido entonces (por suerte, creo que para muchas cosas vivo mejor que un universitario...;-P) si no por la actitud ante la vida, la curiosidad infinita por todo, la ingenuidad para afrontar algunas cosas, la esperanza en el futuro...

Joder, sólo han pasado 10 años y ya estoy hablando como un viejo... La verdad es que me queda el consuelo de saber que he invertido esta década en aprender, en crecer, en amar, en sentir, en cagarla muchas veces y en hacerlo bien unas cuantas, en leer muchos libros, conocer gente y lugares, en intentar enseñar un poco de lo aprendido... En vivir, supongo. Aunque a veces me da la impresión de volver a estar igual de perdido que entonces...

Bueno, cuando vosotros cumpláis años igual os ponéis también un poco nostálgicos... ;-)

sábado, 30 de abril de 2011

Pan y circo

Se me ha ocurrido poner el telediario mientras comía, y me he encontrado con 10  minutos sobre la beatificación de Juan Pablo II, 15 minutos hablando de la boda del heredero del trono de Inglaterra, incluyendo la comparación con la boda del Principe de Asturias y de la heredera al trono de Suecia, otros 5 minutos hablando de toros, y luego la sección de deportes, así sin anestesia ni nada...

La única referencia a la última matanza en Siria ha sido la emisión de un vídeo grabado con un móvil, que no aportaba nada sobre la situación del país.

Me pregunto si hemos evolucionado desde los tiempos de NO-DO.

PD: Justo cuando estaba publicando esta entrada, han comentado, como detalle de última hora, la muerte de Ernesto Sábato, escritor argentino, sin aportar más detalles.

Cuando me he dirigido a la wikipedia a buscar una referencia, me he dado cuenta de que la noticia de su muerte ya estaba incluida, y que he obtenido más información que en el telediario que acaba de terminar.

No me explico que todavía haya debate sobre el futuro de los medios de comunicación en comparación con Internet.

miércoles, 20 de abril de 2011

Aquí...

Aquí
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso más, caería
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,
para ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No la encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.

Pedro Salinas

miércoles, 6 de abril de 2011

A tientas

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago, la lluvia
los rostros insepultos, la ceniza
la sonrisa del necio, las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas/ vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

Mario Benedetti

lunes, 4 de abril de 2011

Noticias irrelevantes

Zapatero ha anunciado que no se presentará como candidato en las próximas elecciones generales que, según él mismo ha dicho, no tiene intención de adelantar. Eso quiere decir, únicamente, que dentro de un año, cuando se convoquen elecciones, Zapatero dejará de ser presidente del gobierno.

Por tanto, puede ser una noticia con cierto interés, sobre todo si queremos analizar el efecto que puede tener en las elecciones autonómicas de este año, pero realmente es irrelevante para la situación actual de España, puesto que Zapatero seguirá siendo presidente durante un año.

Por supuesto, tanto los medios de comunicación como el PP están entrando al trapo y hablando sobre la sucesión y los posibles candidatos (ahora mismo estoy viendo un lamentable análisis en TVE 24h sobre las edades de los candidatos a ser candidatos a presidente del gobierno), en vez de hablar de cosas importantes.

Cualquiera diría que están más preocupados de las elecciones que de gobernar.

domingo, 27 de marzo de 2011

Momentos

Llueve.

Las gotas repiquetean contra el cristal de mi ventana. Levanto la mirada y la abro, dejando que entre el olor a tierra mojada. En un segundo, el cielo se oscurece, el repiqueteo se convierte en un tamborileo insistente y sonoro.

Diluvia.

Los sonidos de la calle se apagan: coches, niños jugando, pájaros... todo se detiene, expectante, como si toda la creación estuviera mirando al cielo... El ruido del agua contra el tejado del mirador atruena con un timbre metálico.

Me siento como si estuviera en el único lugar seguro del mundo. Bajo el volumen de los altavoces, dejando que la música de la tormenta lo llene todo, y miro a través de la cortina de agua, pensando en lo que sería estar ahora mismo ahí fuera.

Es curioso, de repente el mundo se ha dividido en dos: dentro y fuera, seco y mojado, seguro y libre...

Creo que esta vez preferiría estar fuera.

Silencio. 

La lluvia se marcha, y la luz del sol vuelve a colarse entre los jirones de las nubes. Se escucha un gorrión tímidamente, y un coche que arranca en un semáforo.

La vida está llena de momentos efímeros...

Como los versos que te escribo cada noche, con el alma turbia y derrotada... Y que cada día borro, culpable, como el agua se lleva la resaca.

sábado, 26 de marzo de 2011

lunes, 21 de marzo de 2011

Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre...pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!


César Vallejo

miércoles, 9 de marzo de 2011

Día de la mujer


¿Cuál es el objetivo?¿Que el 50% de los trabajadores sean hombres y el 50% mujeres?¿Que los sueldos de los hombres sean iguales que los sueldos de las mujeres? En resumen, y como acabo de oír a Inés Sabanés en el debate de Telemadrid ¿Que no haya diferencia en las estadísticas de hombres y mujeres?

Yo creo que esto es un problema de concepto grave.

El objetivo debería ser que cuando se contrate a alguien, cuando se decida su salario, y cuando se decidan los ascensos, el empleador no vea a un hombre o una mujer, e intente tratarles de igual manera, si no que vea sencillamente a una persona.


martes, 8 de marzo de 2011

Prohibido prohibir


El gobierno ha decidido bajar el límite de velocidad de las autopistas y autovías españolas de 120 Km/h a 110 Km/h, desde el 7 de Marzo al 30 de Junio de 2011. La justificación que se esgrime, en principio, es fomentar el ahorro de petróleo y derivados debido a la crisis energética generada por las revueltas en el mundo árabe, especialmente en Libia.

Es decir, para que los ciudadanos no se gasten su propio dinero en productos derivados del petróleo, como puede ser la gasolina y el diésel, el gobierno ha decidido que todo gasto de combustible dedicado a mantener o incrementar la velocidad de un automóvil entre 110 Km/h y 120 Km/h será penalizada con un gasto adicional de 100€ que irán a parar a las arcas del Estado.

Cualquier gasto de gasolina dedicado a mantener una velocidad superior, se seguirá tratando como se hacía antes, con multa y pérdida de puntos del carnet de conducir pasado un cierto límite, y cualquier gasto dedicado a mantener una velocidad inferior o a cualquier otra actividad realizada con el coche no se verá incrementado.

Visto así, suena bastante ridículo y arbitrario, porque:

Si el precio del combustible sube debido a la subida del precio del petróleo, deberían ser los propios ciudadanos los que decidan si quieren incrementar su propio gasto en combustible, o cómo distribuir la reducción del gasto si quieren reducirlo: Quizá prefieran seguir circulando a 120 Km/h en autopistas y autovías, y circular más despacio en ciudad. Quizá prefieran usar menos el coche , o compartirlo con amigos, o usar moto. La prueba de que los ciudadanos son capaces de regular el consumo si las circunstancias lo requieren es que debido a las subidas de precios y a la crisis económica, el consumo actual, antes de aplicar la medida del gobierno, ya es similar al de 2005.

Si el gobierno toma la medida de decidir por los propios ciudadanos de qué manera deben ahorrar su dinero en cuanto al consumo de combustible, penalizar el consumo en la franja entre 110 y 120 Km/h parece bastante arbitrario: Según el gobierno, esta disminución de la velocidad provocará un ahorro de un 15% de combustible. Por lo que tengo entendido, ese 15% se refiere al consumo de esos mismos vehículos, pero teniendo cuenta el porcentaje que los coches que circulan a 120Km/h representan con respecto al total de vehículos, el descenso de consumo de combustibles derivados del petróleo en automóviles se reducirá en torno a un 2%. Ya puestos a a penalizar, probablemente haya maneras menos eficientes de gastar combustible que correr entre 110 y 120Km/h que puedan ser penalizadas.

Si la medida está pensada para reducir el gasto de los ciudadanos en petróleo, todo vehículo eléctrico capaz de alcanzar los 120 Km/h no debería verse afectado, pero no parece que haya sido tenido en cuenta.

Si el problema no es de consumo de combustible, si no de seguridad vial o de contaminación, como están empezando a argumentar desde el gobierno, deberían explicarlo correctamente:


  • Vamos a rebajar la velocidad máxima en autopistas y autovías porque consideramos que no son suficientemente seguras, o porque el número de muertos y heridos en estas carreteras, en vehículos que circulaban entre 110 y 120 Km/h es inaceptable.


  • Vamos a rebajar la velocidad máxima en autopistas y autovías porque consideramos que la contaminación generada por los vehículos que circulan entre 110 y 120 Km/h es inaceptable.
No he visto explicaciones de este tipo por ningún sitio, así que entiendo que no deben ser las causas de la medida. Argumentaciones del tipo de "Si se corre menos, habrá menos muertos" o "Si se corre menos, se contaminará menos" no son válidas, porque llevando esos argumentos hasta el final, dejaríamos de usar automóviles para no causar muertos por accidente ni contaminación. Como el gobierno no está prohibiendo el uso de automóviles, si no sólo bajando la velocidad máxima de 120 a 110 Km/h, y no a 100 o 90 km/h, debe de ser que la contaminación o la cantidad de muertos a 110Km/h son aceptables.

Por otra parte, no parece que el gobierno se haya parado a calcular el dinero que le va a costar al contribuyente el tiempo adicional necesario para desplazarse por autopistas y autovías. Yo tampoco lo he calculado, aunque sospecho que para trayectos largos, y a una media de 10€/h que cobra una "señora de la limpieza" lo que se ahorra en combustible se gasta en tiempo perdido. En cualquier caso, el problema es que el gobierno no se ha molestado en calcularlo antes de tomar la medida.

Finalmente, una multa únicamente económica no deja de ser un impuesto, por lo que al final, como siempre, la solución para el ahorro del combustible parece que consiste en subir los impuestos para un cierto tipo de consumo.

domingo, 6 de marzo de 2011

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.

Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

Cesare Pavese

miércoles, 2 de marzo de 2011

Día de lluvia

Hay días que las ideas revolotean en tu conciencia, se entrecruzan y se golpean unas con otras, deshaciéndose en una cascada de palabras que cae desordenada hacia tu cerebro.

Desconcertado, intentas ordenarlas, pero huyen, se esconden, juegan contigo: hacen que creas que las has vencido y se dejan escribir, a veces durante varios párrafos seguidos, pero te engañan... Cuando quieres darte cuenta lo que estás escribiendo no tiene ningún sentido, tu mente se ha dejado llevar y ya está pensando en otra idea distinta, con palabras distintas y sentimientos distintos...

No te estás enfrentando al temible desafío del folio en blanco, no... Esos días el cerebro es un erial en el que a veces encuentras un momento de inspiración, como un oasis en medio del desierto... Esto es más bien como si te pillara una tormenta en mitad del campo: las ideas te empapan, las palabras te golpean, pero por mucho que hagas un cuenco con las manos, no puedes retener ninguna.

Esos días, lo mejor es rendirse, apagar el portátil y dedicarse a leer las palabras domesticadas de un buen libro.

martes, 1 de marzo de 2011

Legitimidad

Leo en El Pais:

Clinton ha reconocido que la violenta represión de las protestas en Libia ha incluido "bombardeos a los manifestantes, soldados ejecutados por negarse a disparar a su pueblo, empleo de mercenarios, torturas...", por lo que, ha añadido la secretaria de Estado, "Gadafi y su círculo han perdido la legitimidad para gobernar".

Las negritas son mías, claro.

Y yo me pregunto:

Primero: ¿Desde cuándo Gadafi tuvo legitimidad para gobernar Libia, si se hizo con el poder en un golpe de estado en 1969 y no ha convocado elecciones desde entonces?

Segundo: ¿Bombardear a manifestantes, ejecutar soldados por negarse a disparar a su pueblo, emplear mercenarios y torturar a la gente son motivos suficientes para una pérdida de legitimidad de un gobierno?¿Tienen que darse todas a la vez, o vale con alguna de ellas?¿Eso es aplicable a cualquier gobierno de cualquier país de la Tierra?

Y tercero, y más importante: ¿Tenemos (o tiene Hillary Clinton) derecho a juzgar la legitimidad de un gobierno cualquiera de un país cualquiera?

domingo, 20 de febrero de 2011

Lunes, martes, miércoles...

Esta necesidad de necesitarte,
este llamarte sin quererte llamar,
este olvidarme del deber de olvidarte,
este lunes, este martes
y el miércoles que vendrá

domingo, 13 de febrero de 2011

Qué es noticia

Principales titulares de la edición digital de hoy de los periódicos españoles:

El Pais:


  • El Ejército se compromete con el poder civil y la democracia
  • El fuerte despliegue policial sofoca las protestas en Argelia
  • La ANP anuncia comicios y Hamás los rechaza
  • Directo: Última hora sobre las revueltas
  • Desislamización
  • China advierte contra el riesgo de inestabilidad



El Mundo:


  • Egipto barre su pasado
  • El Ejército egipcio se compromete a cumplir los tratados internacionales
  • Argelia reprime la mayor protesta contra el régimen desde hace una década


Veo que por una vez hasta la prensa española se ha dado cuenta de la mezquindad de nuestras noticias de política con respecto a lo que pasa en el resto del mundo...