sábado, 5 de noviembre de 2011

Imagina

Imagina un mundo donde al levantarte por la mañana pienses en que puedes realizar tus sueños.

Imagina un mundo donde aprender no represente un coste, ni siquiera una inversión, sencillamente sea una necesidad vital.

Imagina un mundo donde un debate no es algo que se gana o se pierde, si no que es una oportunidad para confrontar ideas, razonar y sacar una conclusión.

Imagina un mundo donde a nadie le importa quién es tu pareja, excepto a tus seres queridos.

Imagina un mundo donde los gritos, las amenazas, las frases rimbombantes pero vacías no son un argumento válido en ninguna discusión.

Imagina un mundo donde el trabajo de un maestro está mejor valorado, literalmente, que el de un famoso. Es más, imagina un mundo donde no existe el concepto de famoso.

Imagina un mundo donde las creencias en seres mitológicos o sobrenaturales, y sus normas morales asociadas, no se impongan a seres indefensos o sencillamente a quienes no quieran aceptarlas como propias.

Imagina un mundo donde no se premia el egoísmo.

Imagina un mundo donde las personas piensan en vez de dejar que piensen por ellos. Incluso imagina un mundo donde enseñemos a los niños a pensar desde pequeños, a ser críticos y a ser curiosos.

Y ahora mira por la ventana, pon la tele, lee la prensa o mira en Internet.

No tiene pinta de que se parezca mucho, ¿no?

Pues piensa en ello y, aunque no represente más que una minúscula gota en un día de lluvia, tenlo en cuenta cuando te levantes mañana de la cama, cuando vayas al trabajo, o a la cola del paro, cuando escribas en Facebook y Twitter, o incluso cuando vayas a votar en la próximas elecciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario