Es muy posible que no este diciendo más que tonterías, pero con todo, no puedo dejar de expresar mi opinión sobre el debate que hay actualmente sobre la privatización de la Sanidad , especialmente en la Comunidad de Madrid.
Partimos de las siguientes propuestas:
1.- La sanidad es un derecho público. Yo entiendo por esto que todo ciudadano, independientemente de cualquiera de sus condiciones (laboral, social, económica, etc...) debe tener acceso a ciertos servicios sanitarios. Además, añado, esos servicios sanitarios deberán tener el máximo nivel de calidad posible y deberán estar en constante mejora, a través de la inversión y la investigación.
De esto se deduce que el Estado tiene que garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso al sistema, ya sea financiándoselo en función de su nivel de renta, o creando infraestructuras lo suficientemente cercanas a toda la población para asegurar que los desplazamientos y el tiempo de espera no afectan negativamente a la salud de los ciudadanos.
Claro está que aquel que no quiera utilizar dicho sistema sanitario disponible para todos y considere que puede encontrar un sistema sanitario mejor pagándoselo de su bolsillo, está en su perfecto y pleno derecho de hacerlo.
2.- Por supuesto, siendo realistas, ese máximo nivel de calidad del que hablaba antes depende de los recursos de que disponga el Estado para dedicar a dicho sistema sanitario y de la eficiencia con que los gestione. Por tanto la cantidad de servicios ofertados, la calidad de los mismos y los tiempos de espera para acceder a ellos serán dependientes de la riqueza y capacidad de gestión del Estado y, por tanto entiendo que pueden fluctuar en el tiempo en función de dichos parámetros.
Hasta aquí no creo que haya escrito más que una lista de obviedades con las que casi todo el mundo estará de acuerdo. Se podrá comprobar que de estas proposiciones no parece deducirse necesariamente si es Sistema Sanitario debe de ser público o privado (en el sentido de gestión privada) siempre que se garantice la posibilidad de acceso de todos los ciudadanos sin que su condición social o económica influyan lo más mínimo.
Ahora bien, si entramos en el debate sobre si se debe cambiar un sistema publico, en el que la gestión, el servicio y la financiación son públicas, por un privado, en el que la gestión y el servicio lo proporciona una empresa privada, pero lo financia el Estado, usando como razón principal el ahorro de costes, solo se me ocurren 3 posibilidades:
- El coste de un sistema privado es menor, porque se disminuye la calidad del sistema, ya sea porque se reducen los servicios incluidos, porque se disminuye su calidad o porque se aumentan los tiempos de espera.
En condiciones normales, esta posibilidad me parece simplemente inaceptable y contradice el primero de los puntos descritos anteriormente. En el contexto del crisis actual, y dado que hemos dicho que la calidad del sistema puede fluctuar debido a la disponibilidad de recursos del Estado podría tener sentido a condición de que aceptemos la proposición "No podemos permitirnos una Sanidad de esta calidad", pero tengo mis reservas sobre si no se puede quitar dinero antes de otros sitios que del Sistema Sanitario.
E incluso en caso de que hubiera que reducir la calidad del sistema porque no nos la podemos permitir, ponerlo en manos privadas no debe ser la manera de ahorrar, porque una empresa privada, por definición, además de proporcionar un servicio, tiene que sacar un beneficio, lo que provoca que no toda la inversión vaya destinada a la atención al paciente.
Es decir, si antes podíamos invertir 100 euros en el sistema público, y ahora solo podemos invertir 50 por la crisis, en un sistema público esos 50 euros estarán dedicados íntegros a proporcionar el servicio, mientras que en un sistema privado, por ejemplo, 40 servirán para proporcionar el servicio y otros 10 quedarán como beneficio para la empresa.
- El coste de un sistema privado es menor porque se gestiona mejor el dinero.
Bien, eso se reflejaría en nuestro ejemplo con el hecho de que los 40 euros invertido en el paciente en el sistema privado se "aprovechan mejor" que los 50 euros invertidos en el sistema público.
Es una posibilidad razonable, y a ella se aferran muchos defensores del sistema privado, sin embargo tiene una solución razonablemente fácil que consiste en cambiar a los gestores de la sanidad pública, ya sea contratando directamente a los gestores de la sanidad privada (a los gestores como personas, no a las empresas) o copiando su sistema de gestión, si realmente proporciona la misma calidad del servicio disminuyendo costes.
Probablemente salga más barato contratar buenos gestores privados que subcontratar el sistema sanitario completo. Es decir, si 40 euros privados rinden como 50 públicos, de los 10 sobrantes prefiero pagarle 3 al gestor que hace posible ese rendimiento, que 10 a toda la empresa privada.
Además, con esta línea argumental, nuestros dirigentes están admitiendo que no son capaces de gestionar bien la Sanidad y tienen que subcontratarla, añadiendo un sobrecoste en el área de gestión, que es su área, a cambio de una rebaja en el coste del área asistencial.
- El coste de un sistema privado es menor porque sus costes de "producción" son menores.
Es muy parecido al punto anterior, solo que el mejor aprovechamiento de los 40 euros del ejemplo no viene por una mejor gestión, si no que en la sanidad privada el coste de los recursos es menor, ya sea porque el coste de los materiales es menor o porque las condiciones laborales de su personal son peores que en la pública.
Esta posibilidad tiene una vertiente un poco desconcertante y es mi dificultad para creer que se puede mantener la calidad del Sistema Sanitario empeorando las condiciones de sus trabajadores, o empleando materiales mas baratos. Yo tengo unas dudas muy serias al respecto.
Y en cualquier caso, volveríamos al punto inicial: Si de verdad es necesario empeorar las condiciones de los trabajadores del sistema sanitario porque "No nos lo podemos permitir", mejor que se haga desde un régimen público, puesto que seguiremos ahorrándonos el margen de beneficio de la empresa privada, y ese recorte extraído de las condiciones de trabajo de los médicos, enfermeras y demás, por lo menos podrá revertir en la sociedad.
Como conclusión: Si consideramos la Sanidad como un derecho y la tiene que financiar el Estado, es mejor que se haga desde una empresa pública que no va a guardar ni un solo euro para generar beneficios, y si hace falta, que se copien todas las medidas y acciones necesarias de la sanidad privada que sean razonables para hacerla más eficiente.
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