Horas después de publicar mi última entrada, he leído aquí que hay una iniciativa para ocupar el Congreso el 25 de Septiembre, con bastante sorpresa y una mezcla de esperanza y miedo.
Esperanza, porque igual representa el movimiento que he descrito en mi último post, un movimiento ciudadano que no solo se levante contra el sistema establecido, si no que proponga alternativas nuevas y que pretenda crear y no destruir. Si es así, pueden contar con mi apoyo y mi presencia.
Miedo, porque la línea que separa la protesta de la mera violencia es muy fina, y a mucha gente le interesa que esto se vea como una rabieta infantil de una sociedad inculta, o como una algarada de perroflautas radicales.
Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos...
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