Últimamente me pasa mucho que cuando le cuento a alguien un problema me contesta, generalmente sin reflexionar mucho, con algo que podría ser una solución a sus problemas, no a los míos.
En esos momentos echo en falta a alguien que no intente solucionarlos, sino que me escuche y los comparta conmigo.
Y después, me pregunto con tristeza, cuántas veces habré hecho yo lo mismo.
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